San José de Zapotlán

A Teobaldo Calixto

Una de las características que más definen al zapotlense es el culto que profesa a su santo patrono, el señor san José. Cada 23 de octubre se le hacen homenajes dado el cuidado que ha tenido de sus hijos respecto de los temblores, y de favores particulares respecto de la salud.

Hoy me gustaría contarles el origen de esa venerada imagen.

Resulta que cuando todavía éramos la Nueva Galicia (año 1747) un arriero llevaba dos cajas de madera en sendas mulas. La noche lo tomó en el caserío de Cofradía del Rosario y decidió hospedarse ahí. Pues resulta que nuestro arriero no volvió a despertar. Las cajas quedaron a disposición del mesón donde había muerto, pero el dueño las llevaría prontamente a la parroquia de Zapotlán para que vieran qué hacer con ellas. El tiempo pasó y nadie reclamaba el cargamento. Decidieron abrirlas y vieron que eran las Imágenes del Señor San Josė y, una de menor tamaño, de la Virgen María. Decidieron colocarlas a la vista del público en la iglesia (por cierto, supongo que en el Sagrario). El tiempo pasó y quiso la naturaleza dejar sentir su furia en forma de tremendo terremoto, año 1749. La multitud atormentada buscó protección y consuelo en la figura del señor San José. Tal fue la espontánea y sincera  búsqueda de auxilio que la gente decidió ofrecerle tributo en forma de fiestas y danzas desde entonces. 

Las fiestas seguían celebrándose puntualmente año con año. Uno de tantos días un fuerte ventarrón entró a la iglesia haciendo caer la venerada imagen. El cuello se le rompió y dentro se encontró  un papel que daba cuenta de su origen de fabricación: Guatemala. Así nos enteramos de su origen de manufactura (rostro recubierto con una técnica veneciano que le permite a la porcelana cambiar de color con el calor de los rayos solares y aparentar qué la imagen se ha sonrojado).

Luego llegó el otro fatídico año (1806, el 25 de marzo) cuando otro terrible temblor, tal vez más fuerte que el anterior, causó la muerte de 2000 personas sepultadas bajo el techo caído de la parroquia. Entonces fue que le hizo el segundo juramento de celebraciones para que nos siguiera protegiendo de las calamidades de la naturaleza. 

Podríamos seguir hablando sobre el señor san José y sus fiestas, pero baste por hoy este recorrido histórico tan breve que nos llevó a la adopción de este santo patrono. 

Zapotlán de José, José de Zapotlán. 

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